Cuando hablamos de felicidad quizá has oido aquello de que es un momento en la vida. Que nos esforzamos en conseguir unos momentos de gloria, de felicidad que luego podemos recordar con ternura. Sin embargo, qué estamos haciendo mientras nos esforzamos en conseguir la felicidad? Quizá es centrándonos en algo como cuando tenga este coche determinado, cuando consiga este puesto específico… sin embargo, qué pasa con el camino? Por regla general, nos olvidamos de él. No lo disfrutamos. Y es curioso porque el cuerpo acaba generando una dinámica tal que al conseguir ese ansiado puesto, la felicidad se vuelve efímera y ya estamos pensando en el siguiente escalón que queremos subir para volver a conseguir esa felicidad.

Sin embargo, la felicidad se encuentra en el aquí y ahora, en el presente, por eso es un regalo.